UNA
GUERRA INTERMINABLE
Se me
ocurrió que para hablar sobre el conflicto árabe -israelí el mejor título para
el trabajo sería parafrasear el nombre de la novela Michael Ende, Una historia
interminable, porque el conflicto entre los árabes y los israelíes es un
proceso al cual no se le ve fin en lo inmediato, a pesar de los esfuerzos
realizados para poner un alto en la confrontación de esos países del Medio Oriente.
El
trasfondo del conflicto entre los árabes y los israelitas nada tiene que ver
con el choque de civilizaciones que nos han tratado de vender los intelectuales
norteamericanos, entre los cuales destaca Samuel P. Huntington que junto con la
industria hollywoodense nos tratan de hacer ver que la lucha en el Medio Oriente
es la guerra entre el bien y el mal como lo expreso el presidente Bush en su
primera declaración después del atentado contra las Torres Gemelas en Nueva
York.
En realidad,
el conflicto en el Oriente Medio es por algo mas mundano y terrenal, es la
lucha por lo que el gran poeta mexicano Ramón López Velarde denominó los
veneros del diablo, es la lucha por el petróleo del Medio Oriente y nada tiene
que ver con el cuento de que es una guerra entre el islam y el cristianismo, su
verdadera razón es tan negra como lo es el color del líquido petrolero.
Tampoco
es un conflicto entre la democracia occidental y el autoritarismo oriental, los
Estados Unidos que está al frente de los países occidentales e Israel, tienen
como sus aliados a regímenes autócratas como el de Arabia Saudita, Dubái y los
jeques gobernantes de Kuwait, en los cuales su forma de gobernar nada tiene que
ver con la democracia. Es también inadmisible aceptar que es una guerra de
carácter religioso entre el islam y el cristianismo, porque para empezar la
gran mayoría de quienes profesan la religión musulmana están al margen del
conflicto.
El
argumento del terrorismo musulmán es algo que no tiene ningún sustento, pero es
el recurso que se ha venido utilizando por Occidente desde los fatídicos
sucesos del denominado Septiembre Negro que se dieron durante la Olimpiada de Múnich,
EN 1972, en los cuales un comando de la Organización para la Liberación de
Palestina (OLP), cuyo líder era Yasser Arafat,
secuestro y asesinó a 11 miembros del equipo olímpico israelí que participaba
en dichos juegos, si de terrorismo hablamos, el uso de este tipo de la acciones
lo han hecho los bandos en conflicto para buscar derrotar a sus enemigos, el
Mossad israelí al igual que los bandos armados de los países árabes han
recurrido al terrorismo para lograr sus objetivos, el terrorista más mediático
Osama bin Laden es obra de los norteamericanos que lo armaron y utilizaron en
su confrontación con la Unión Soviética en Afganistán.
Un
elemento central del conflicto tiene que ver la constitución del Estado de
Israel en el 14 de mayo de 1948 bajo el liderazgo de David Ben-Gurión, situación que dio paso a
varios conflictos con los estados árabes cercanos al territorio del nuevo
estado y afecto de manera brutal a la población palestina de origen árabe, la política
de los sionistas en esa parte del territorio ha generado una enorme tensión con
los pueblos palestinos que reclaman también ser considerados como un Estado con
todos los derechos que esto implica. Los Estados Unidos han sido el principal
soporte del estado israelita en su política expansionista en el área y de ahí también
surge uno de los sustentos de la cruzada mundial contra el terrorismo y el
imperio del mal que tantas vidas les han constado a las naciones de esa parte
del mundo, en fin, la conflictiva del área es un cuento de nunca acabar, en
tanto el petróleo siga siendo la fuente de energía más usada en el mundo.
1.- Revoluciones e Independencia en las Antiguas Colonias, (s/f), IEU-Universidad
2.- Téllez-Cuevas, Rodolfo, (2010). "Conflicto árabe-israelí y terrorismo: el islam en la política internacional", en Espacios Públicos, vol. 13.núm 27, pp. 165-186. Disponible en http:/7www.redalyc.org/pdf/676/67613199011.pdf
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